• Cortes de la Frontera (Málaga) acogió del 4 al 6 de abril el I CONGRESO INTERNACIONAL DE EDUCACIÓN RURAL SIGLO XXI con el título “Por una educación rural para la repoblación”.
  • Las entidades organizadoras, COCEDER, en colaboración con PROCIE-UMA, CAS, Instituto Paulo Freire, el Ayuntamiento de Cortes de la Frontera, la Diputación de Málaga y CDR Montaña y Desarrollo, muestran su satisfacción con este espacio de reflexión.
  • Se realizará un manifiesto con las conclusiones para una nueva educación rural que se realice con la visión rural, con el protagonismo de la vida comunitaria, la importancia de los saberes y de la educación expandida

150 personas procedentes de distintos puntos del mundo se dieron cita en la localidad malagueña de Cortes de la Frontera los días 4, 5 y 6 de abril en el I congreso internacional de educación rural "Por una educación rural para la repoblación". Las entidades organizadoras, la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (COCEDER), en colaboración con el Grupo de Investigación Profesorado, Comunicación e Investigación Educativa de la Universidad de Málaga (PROCIE-UMA), los colectivos de Acción Solidaria (CAS), el Instituto Paulo Freire, el Ayuntamiento de Cortes de la Frontera, la Diputación de Málaga y CDR Montaña y Desarrollo de la Serranía de Ronda, se muestran satisfechas con este espacio de reflexión e intercambio de experiencias.  

En el encuentro se pudo reflexionar críticamente sobre la situación en la que se encuentra el medio rural, ahondado en las causas socioeducativas, culturales y político-económicas, se presentaron 45 comunicaciones (12 se realizarán de forma online), de las cuales 24 eran de España y el resto de Brasil (11), Argentina (5), Colombia, Chile, Filipinas, Camerún y Guatemala, además de contar con una amplia participación por parte de las personas asistentes.

Bajo el título "Por una educación rural para la repoblación", las ponencias y mesas debate con personas expertas se dividieron en cuatro temas: el necesario cambio de las políticas públicas para la repoblación rural, la educación rural hoy desde la organización y la planificación del sistema educativo; una óptica rural en los diseños curriculares y para la formación del profesorado y la educación no formal, expandida y aprendizaje incidental en el medio rural.

Próximamente se creará un manifiesto con las conclusiones para una nueva educación rural. Algunas de ellas fueron la necesidad de introducir cambios estructurales en el contexto de las políticas de desarrollo rural, especialmente en aquellas que afectan al ámbito educativo, formativo y el fomento de la iniciativa social que puedan revertir la sangría poblacional. Cambios que no sean ajenos a la realidad rural y cuenten con la percepción y la participación de las poblaciones y sus saberes locales. Igualmente es necesario establecer políticas de incentivos y fiscalidad que mejoren las condiciones para fijar población local y promover la llegada de nuevas personas pobladoras.

También se puso en relieve la relación en armonía con la naturaleza y la necesidad de que una nueva educación la considere como fuente de conocimiento por el inmenso y diverso recurso didáctico que supone y dé un compromiso de cuidado y amor a la tierra que nos acoge y alimenta. 

Queremos recuperar la vida comunitaria rural, que la educación contribuya a construir una sociedad que ponga la vida en el centro, por lo que entendemos que la comunidad es el marco idóneo de desarrollo de las capacidades sociales, ayuda mutua y poniendo en valor la importancia de los vínculos y los afectos. La comunidad rural debe regenerarse como espacio imprescindible de aprendizaje, donde compartir y conocer los saberes y construir en común propuestas de futuro.

Otra de las conclusiones es la necesidad de una nueva visión del currículum educativo y programas que tengan en cuenta el conocimiento del territorio, abrir una nueva óptica rural en el desarrollo de los contenidos y metodología dentro del sistema educativo, así como en las estrategias de la educación no formal.

Lo mismo ocurre con la organización educativa y la formación del profesorado, tener una óptica sociorural y ética ambiental para que el profesorado conozca la realidad territorial y pueda implementar proyectos educativos con identidad propia, ya adaptados a las realidades de las comunidades rurales, así como una formación que ayude a comprender la importancia de la comunidad en el proceso educativo y de la necesaria intermediación entre el saber científico y el popular.

Igualmente durante el congreso se puso en valor la educación expandida, no sólo la del ámbito escolar o académico, sino la que enlaza e integra con la vida, en lo que conocemos como educación permanente o educación a lo largo de la vida. La alfabetización digital y audiovisual es una necesidad imperante en la sociedad actual. La educación rural del siglo XXI debe estar presente no solo como receptor de contenidos, sino como actor desde su propia identidad histórico-agraria y campesina, potenciar la creatividad y la cultura de la iniciativa social y emprendedora.

Para concluir, insistieron en la emergencia social de la destrucción del patrimonio rural y medioambiental, ya que a demasiados pueblos nos les queda mucho tiempo, teniendo en cuenta la despoblación. Las administraciones y políticas públicas así como la sociedad en general deben tomar conciencia firme de ello, y la educación es uno de los recursos clave para lograrlo.

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