En el medio rural la discriminación por motivos de procedencia o de pertenencia a un grupo étnico tiene un fuerte componente de clase social según un estudio sociológico sobre el racismo estructural desarrollado durante este 2025 por COCEDER.
Los datos analizados hasta el momento permiten afirmar que las personas racializadas en el ámbito rural son principalmente trabajadoras, ocupan lugares de trabajo que las personas autóctonas generalmente rechazan: cuidados de personas mayores, limpieza, construcción, hostelería y temporeros en el sector primario. Exceptuando algunos casos excepcionales donde sí son trabajadores autónomos o pequeños empleadores generalmente son asalariados y en la mayor parte de los casos no tienen contrato o no cotizan todas las horas que trabajan de facto.
Las mujeres, en este sentido, se llevan la peor parte ya que tienden a ocupar lugares de trabajo de internas en casas, con la suma de tener personas a su cargo (generalmente los hijos).
Este estudio se ha realizado en seis comarcas del territorio español de El Bierzo en León, Carrión de los Condes y la comarca del bajo Carrión y Ucieza en Palencia, Verín en Ourense, Alt Maestrat en Castellón y La Safor en Valencia con el objetivo de analizar las especificidades de la discriminación y el racismo estructural en el medio rural.
Para ello se han sido realizados en total 64 entrevistas a técnicos, profesionales, lideres asociativos y personas racializadas. Además, se desarrollaron 13 grupos de discusión, con la participación de unas 65 personas de las seis comarcas.
El estudio también revela que en estas zonas rurales la discriminación no se da en base a delitos de odio u agresiones como sí se han dado en espacios urbanos o más grandes (por ejemplo Torre Pacheco tiene 40.000 habitantes) si no que más bien se da por un proceso de "invisibilización", ni la administración ni la sociedad perciben que exista una realidad concreta en torno a las personas migrantes por lo que su situación se ve desdibujada y esto hace que no conozcan sus derechos, exista una cultura del miedo y acaben por no relacionarse con otras personas de los municipios por miedo a ser rechazados. Ante esta situación de vulnerabilidad aparecen muchos casos de explotación laboral.
El racismo estructural son todas aquellas formas en que las instituciones, políticas y prácticas sociales están diseñadas de forma que perpetúan la desigualdad racial, incluso sin intención consciente. Es decir, no solo se trata de actitudes individuales, sino de un sistema que mantiene y reproduce las desigualdades raciales a través de normas y estructuras sociales.
El estudio se ha desarrollado con la colaboración de los Centros de Desarrollo Rural asociados Afa Bierzo, Carrión de los Condes, Carrión y Ucieza, Portas Abertas, Alt Maestrat y La Safor. Próximamente se presentarán los resultados por territorios en:
CDR Portas Abertas: 19 de septiembre a las 12h
CDR La Safor: 24 de septiembre a las 18 horas
Esta investigación se enmarca en el programa "Racismo estructural en el ámbito rural: un análisis sociológico de sus dinámicas y consecuencias" de ámbito estatal y financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, dentro de los programas de interés social, con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del IRPF.